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Polución del aire: la red de transportes públicos de París es investigada por daños contra la salud pública y fraude
4 de abril de 2023
Marsella, Francia
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En marzo de 2021, la asociación en defensa del medio ambiente Respire presentó una denuncia contra la red autónoma de transportes públicos (RATP, por sus siglas en francés) de París por no informar adecuadamente de los niveles de polución del aire en las estaciones y vagones del sistema de metro de la capital francesa. La investigación, que está siendo llevada a cabo por la Oficina Central para la Lucha contra los Daños al Medio Ambiente y la Salud Pública (OCLAESP, por sus siglas en francés), se centra en una denuncia contra la RATP en la que se le acusa de omitir información sensible acerca de los altos niveles de polución por partículas finas en el metro. La asociación, que precedentemente había estado midiendo el nivel de contaminación del aire en diferentes estaciones de la red de metro en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS, por sus siglas en francés) , concluyó en un informe que el nivel de concentración de partículas dañinas para la salud humana en el aire ambiente era muy crítica y además, señaló que la RATP no estaba adoptando medidas de control suficientes para impedir esto. Los datos recogidos durante un día de movilidad en 10 puntos diferentes de la capital señalan que los niveles de partículas finas y muy finas son preocupantes, llegando a superar la concentración de partículas muy finas incluso 10 veces por encima de los umbrales de alerta. Aún más mayor es la polución por partículas carbonosas en la red de trenes de cercanías de media distancia y larga distancia, apuntando a los mecanismos de frenado de los vehículos como el principal responsable de la emisión de partículas de carbón.
Sin embargo, la RATP ha impugnado todas estas mediciones en un comunicado en el que informan que la compañía realiza sus propias mediciones desde hace más de veinte años, y en donde especifican el carácter escrupuloso y transparente de la institución en relación al seguimiento de la calidad del aire al que los usuarios se exponen.
Las partículas finas y muy finas del aire (PM2.5 y PM0.1) son consideradas peligrosas para la salud humana debido a que son lo suficientemente pequeñas para penetrar profundamente en los pulmones y llegar al torrente sanguíneo, lo que puede provocar efectos negativos en el sistema respiratorio y cardiovascular.
Los efectos a corto plazo de la exposición a partículas finas y muy finas incluyen irritación en los ojos, la nariz y la garganta, así como tos, sibilancias y dificultad para respirar. También pueden agravar los síntomas en personas con enfermedades respiratorias como el asma o la bronquitis crónica.
A largo plazo, la exposición crónica a partículas finas y muy finas puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. También se ha demostrado que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Además, las partículas finas y muy finas del aire pueden afectar el desarrollo cognitivo y el sistema nervioso central en los niños, y también pueden tener efectos adversos en el sistema reproductivo.
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Fuente original: francetvinfo.fr
Traducción propia